July 2, 2017

Amor de lejos

Llevo por meses cargando el insomnio de un noviazgo,
y las ojeras como muestra de un amor planificado,
en donde se agendan las llamadas,
y se premeditan los mensajes.
Un amor robotizado que se alimenta de promesas.

Las molestias son ajenas,
y nuestras mentes van tejiendo historias,
que luego coquetean con nuestros miedos,
hasta perdernos en los celos.
Celos de no tenerte,
rabia de que estés lejos,
historias que van quebrando,
o si tenemos suerte,
nos hacen fuertes.

Un deseo que tienta,
y la imaginación que nos ciega,
al hacer tocar nuestros cuerpos,
dándole vida a un fantasma que no está con los dedos.

Y así vamos creyendo,
que el amor de lejos es perfecto.
Para unos cuantos se quiebra,
para otros tantos remienda,
y para mí es sólo un escape a cubrir otra ausencia.



February 16, 2017

Alguna vez.

¿Alguna vez has querido arrancarte tanto a alguien,
que terminas lastimándote a ti mismo,
porque la manera tonta que intentas es seguir stalkeándolo?
¿Alguna vez has llorado tanto,
que decides parar por temor a que al día siguiente
tus ojos amanezcan tan hinchados que no puedas abrirlos?
¿Alguna vez te ha gustado alguien
que le huiste por temor a enseñarle esas partes de ti que pocos conocen?
¿Alguna vez te sentiste libre cuando la persona que amabas,
te daba abrazos fuertes,
de esos que no dejan soltarte,
pero te sientes en casa?
¿Alguna vez te has follado a alguien para olvidar a otra,
y al día siguiente arrepentirte,
porque el vacío no lo llenó unos cuantos gemidos, arañazos y besos?
¿Alguna vez te has inventado ser el héroe de una historia,
que ni tú mismo te crees,
sólo para que esa persona se fijara en ti?
¿Alguna vez  te has ido tantas veces,
que siempre vuelves a la misma boca,
que te muerde al besarte para que te quedes?
¿Alguna vez dijiste un "te amo" para calmar esa angustia que otro tenía,
por las dudas que tú le inventaste?
¿Alguna vez te has preguntado si estás con la persona correcta,
después de haber pensado en otra,
mientras recogías las sobras de una noche de pasión?
¿Alguna vez te ha tocado recoger tus pedazos,
tragarte un nudo,
pretender tu mejor sonrisa,
mientras que por dentro te seguías quebrando?
¿Alguna vez has pensado en mí,
como yo a veces lo hago,
en mis ratos más ocupados?
¿Alguna vez te has preguntado si algo de lo que escribo
es para ti o para alguien más?
¿Alguna vez te darás cuenta que es contigo,
que lees esto,
siempre tú,
mi anhelo?


Alguna vez...

February 14, 2017

Feliz 14 de febrero

Lo pensé mucho para escribirte esto,
esta vez no hay una segunda que me detenga a hacerlo,
y la verdad es que nunca hubo otra que ocupara el lugar que tú aún ocupas.
Has sido tempestad y calma,
más tormento que paz,
con par de sonrisas contadas,
sé que esta manera nuestra de querernos
es la que me tiene enfermo por vos.

Ese vos que lleva tu acento,
ese acento que me enloquece,
esa parte tuya tan egoísta de saberme tuyo,
mientras yo te comparto.
Te comparto con tus dudas,
de no gritarle al mundo lo que sientes,
de esa corriente fría que corre en tu cuerpo,
cada que te digo que te robaré un beso,
como si fuera advertencia,
aunque de fondo sabemos que es amenaza,
porque así ha sido esto,
una ruleta rusa de sentimientos,
en donde nunca hemos coincidido en el tiempo.

Qué decir de tu cuello,
ese que guarda mi olor preferido,
esa curva que me lleva a tus hombros,
y más abajo a un futuro incierto.
Qué decir de tus ganas,
tan obvias que estando con otro,
era conmigo que te saciabas.
Porque así ha sido esto,
un amor egoísta y frustrado por no ser cuando queremos.
Qué decir de lo que callas,
ese orgullo que juega el papel dominante en tus ganas,
las ganas de buscarme,
y mis ganas de que admitas que eres mía.

Lo pensé mucho para escribirte esto,
no quería sonar cliché,
ni dejar en evidencia que por ti muero.
Pero aquí te dejo esto,
tú que siempre pensaste que nunca te haría musa,
y yo que me negaba a dejarte ir.
Aquí tienes tu 14 de febrero,
porque si de algo estoy seguro,
es que de esta fecha conmigo, jamás la olvidarías.

January 5, 2017

Video llamada



Han pasado algunos años,
y aún tu voz habita en mi cabeza.
Tu risa, tu olor y tus gemidos son las que con más frecuencia recuerdo.
Hoy por fin has aceptado una llamada,
después de aquella última hace un par de años,
que colgaste sin mediar palabras.
Ser radical fue tu escudo ante tanto daño que te había hecho.
Hoy siento que es necesario ya no hablar de nosotros,
sólo comenzar por un saludo que delata un "aún te amo",
hemos concordado en colocar la vídeo cámara,
como si nos estuviéramos retando a ver quién vuelve primero,
aunque ya sabemos quien ha perdido,
que después de verte se me ha salido un "estás más hermosa".
Sonríes como aquellas veces en las que te conquistaba,
pero reaccionas rápido evadiendo con par de preguntas,
que cómo estoy y cómo me está yendo,
como iluso rompo el silencio y te confieso que ando soltero.
"No me refiero a eso", es tu respuesta,
y yo queriendo cambiar el momento te digo "lo sé, estoy bromeando".
Te levantas, estás hermosa, me preguntas si veo bien tu vestido,
grito por dentro, joder, te quiero cerca,
de verdad había creído que mis ganas por ti se habían esfumado.
Me dices que te falta poco para estar lista,
mientras por dentro la cabeza me estalla,
del terror en pesar que estás linda por otro.
Decido prender un cigarro para calmar mis ganas,
esas que desde hace años dejé en nuestro último beso,
me reclamas que por qué fumo,
y con disimulo te digo que es para calmar el frío.
Lo apago para no incomodarte,
aún sabiendo que el incómodo en esta llamada eran mis ganas de volver contigo.
"Me voy" dices en apuro,
que te están esperando y debes bajar,
por esas escaleras donde más de una vez te hice mía,
mientras tus padres dormían.
No me das chance de decirte "cuídate",
y por un rato me he quedado mirando la pantalla,
esa foto de perfil que hace años yo te había tomado.
Debí haber sido quien no marcara,
creyendo que te había olvidado,
ahora vuelvo con este despecho que otra no ha quitado,
ni con el pasar de los años.
Y me despido en esta carta que no llegará a tus manos,
porque muy posiblemente estarás en otros brazos,
y así se rompe la esperanza que no sabía que estaba,
de que un día te tuviera entre mis brazos.