August 20, 2013

Antes de que te vayas.

Antes de que te vayas, he preparado tus maletas.
Decidí guardar en ellas algunas cosas de nosotros que quiero que lleves.
Ante todo esta carta que hoy escribo aquí.
Cuando la abras, te preguntarás muchas cosas, pero sobre todo, recordarás tanto que quizás una lágrima ruede en tu mejilla. Y para entonces, hubiese deseado estar allí, junto a ti, para secártela con un roce de mis manos.

Hace tiempo que decidiste irte de mi lado, pero es hasta hoy que yo me he dado cuenta que no estás.
Y no es que sea muy distraído, es que no lo quería aceptar.
Pero hoy me he dado cuenta que has cambiado y lo has hecho todo después de mí...

Te he puesto en la maleta una entrada de cine que he dibujado a mano, por aquellas veces que en la distancia veíamos películas, tú en tu casa y yo en la mía. Recuerdo que al principio te gustaba mucho la idea, hasta que empezaste a notar mi ausencia.
También te he puesto un suéter para que te abrigues esta noche cuando recuerdes que no estoy.
Te he guardado una lista de cosas que cumplí contigo, para que veas que no sólo fui un "falso promesas".
Te he puesto un sobre con algo de dinero. No es que piense que lo necesites, pero te pago cada una de las "salidas" que tú pagaste por mí.
Te he puesto también tu perfume favorito, el que usabas conmigo. Y aunque sé que ahora hueles distinto, quiero lo tengas para cuando quieras recordarme. Sé que a Carolina Herrera le va a seguir gustando la idea.
Te he puesto también un libro de chistes por todas las veces que te hice llorar.
Te he guardado, además, una imagen de mi mascota en "Pet Society", el juego que tú me enseñaste a hackear.
Y también te he guardado algunas fichas de póquer, el juego que tú y yo nos hicimos adictos.
Te he guardado mi número, el único que tendré por si un día llamas.
Te pongo también la foto del Dique, el lugar donde había pensado pedirte matrimonio.
Te he puesto también una rosa, por todas las veces que te prometí algún detalle.
Te guardo también un pasaje a París, a donde te llevaría de luna de miel.
Y al final de todas estas cosas, te he guardado mi retrato porque si te vas y no regresas, al menos quiero que conozcas al chico inmaduro que te conquistó a punta de mentiras.

Esto quizás no pese en materia, pero sí en sentimientos. Cada cosa que aquí te he puesto fueron los detalles que creíste no veía y que hoy en día te confieso. Me importaste más que a mi vida, le tuve miedo al fracaso, a la verdad y a la mentira.

Has cambiado tanto que hoy también me he planeado un cambio; dejarte ir como quieres y callarme los "te amo". Dejarte ser feliz, aunque implique no conmigo, dejar que sueñes con casarte, aunque no esté yo en el altar, dejar que tengas hijos y que no sea yo el que veas despertar cada mañana a tu lado.

Si todo eso es tu felicidad, entonces hoy te dejo. Te dejo ir... Sé feliz, mucho. Lo que no pudiste serlo conmigo, porque si bien es cierto, hasta ahora entendí que muchos momentos felices tuvimos, pero feliz a mi lado nunca fuiste.

Te amo, y esta vez no lo callo, no lo miento, no lo prometo. Esta vez lo grito, aunque no estés para escucharlo, ni tampoco para sentirlo.

Pero espero que otro chico venga a demostrarte lo bonito que es sentirse querido, así como me sentí contigo cada día que me amabas con tus fuerzas, con tus miedos.

Aquí te dejo las maletas... Haz con ellas lo que quieras. Yo contigo hubiese hecho mil locuras; locuras que hoy te he confesado en esta carta y te dejo en el recuerdo.

Cuídate siempre.


Adiós.

August 19, 2013

Credo

Creo que si un día decides irte de algún lugar,
debes hacerlo sin avisar si no piensas regresar.
Creo que si adviertes una despedida,
no estás dispuesto a ser tú quien diga "adiós".
Creo que si te aferras a alguien,
estás destinado a perder.
Creo que si pierdes,
debes aprender a aceptarlo.
Creo que uno nunca llega a aceptar que perdió a alguien,
hasta que conoce a otra persona.
Creo que conocer a alguien no es cuestión de un par de citas.
Creo que si quieres, debes decirlo.
Pero si amas, debes mostrarlo.
Creo que sí se pueden tocar las estrellas,
siempre y cuando tengas los ojos cerrados y estés besando al amor de tu vida.
Creo que si alguien se va de nuestras vidas,
sólo tenemos que esperar a que el destino vuelva a reencontrarlos.
Creo que la espera es la mejor manera de medir la paciencia
y de saber cuánto amas a alguien.
Creo que perdonar es cosa de locos
y la locura es más bonita vivirla cuando te arriesgas con alguien.
Creo que el miedo es la infidelidad de la mente.
Creo que engañar a alguien es esperar que venga otra persona a hacerte lo mismo.
Creo que uno no debe cobrarle los daños a alguien,
sólo debes aprender a sanar por ti solo.
Creo que tenerlo todo no te hace grande,
pero dar lo poco que tienes, te hace rico.
Creo que la mentira es el miedo más grande,
y que la verdad es el sarcasmo que pocos entienden.
Creo que callar no significa darle la razón a otro,
sino probarte a ti mismo que no eres igual a los demás.
Creo que un "regresa" lo escuchan más tus ganas,
que la persona a quien realmente quisieras decírselo.
Creo que los sueños nos llevan al triunfo.
Creo que triunfar no es más que tener lo que quieres
y entender cuándo tenerlo.
Creo que hay personas que no son para uno.
Creo que las parejas que son felices ocultan un poco de verdad.
Creo que el matrimonio es el paso que se da luego que has enfrentado los celos.
Creo que los celos son peor que la mentira.
Creo que cuando olvidas, vuelves a amar como la primera vez.
Creo que hay primeras veces que se repiten.
Creo que las lágrimas es la libertad de la verdad.
Creo que uno sólo llega a ser libre cuando se acepta a sí mismo.
Creo, además, en Dios porque me ha dado esta vida.
Creo que la vida sería mucho mejor si nos dejáramos de preguntar "¿por qué?".
Creo que si un día encuentras la respuesta de por qué viniste al mundo,
hasta ese día vives.
Creo que si escribes una canción,
llegas a conquistar a una chica.
Creo que si la cantas, te casas con ella.
Creo que los fracasos en las relaciones no se dan ni por los celos, ni por mentiras,
sino por los miedos que tenemos de no saber qué hacer después.
Creo que si eres feliz, no lo dices.
Creo que las lágrimas son la única libertad de la tristeza.
Creo que las risas es lo más bonito de un niño.
Creo... Creo... Creo en tantas cosas que si te lo digo,
no lo vas a creer.

Pero, tú... ¿en qué crees?