Llevo por meses
cargando el insomnio de un noviazgo,
y las ojeras como muestra
de un amor planificado,
en donde se agendan
las llamadas,
y se premeditan los
mensajes.
Un amor robotizado
que se alimenta de promesas.
Las molestias son
ajenas,
y nuestras mentes van
tejiendo historias,
que luego coquetean
con nuestros miedos,
hasta perdernos en
los celos.
Celos de no tenerte,
rabia de que estés
lejos,
historias que van
quebrando,
o si tenemos suerte,
nos hacen fuertes.
Un deseo que tienta,
y la imaginación que
nos ciega,
al hacer tocar
nuestros cuerpos,
dándole vida a un
fantasma que no está con los dedos.
Y así vamos creyendo,
que el amor de lejos
es perfecto.
Para unos cuantos se
quiebra,
para otros tantos
remienda,
y para mí es sólo un
escape a cubrir otra ausencia.
Porque no has vuelto a publicar más historias? Mejor dicho escritos?. Saludos, que estés bien.
ReplyDelete