November 15, 2016

Tentación

No sé en qué momento empezaron estas ganas,
que has provocado sin intención,
no es que yo sea perverso,
es que tu cuerpo es una tentación.

No creas tampoco que soy un loco,
por caminar tus orillas dejo mi dirección,
tu respiración sería mi brújula,
y tus montañas mi perdición.

Castígame con tus esquinas,
déjame de frente a tu perversión,
porque si de pecados hablamos,
el que me abras las piernas te convierte en pecador.

Ven y corre conmigo,
tócame mis orillas,
llénate de mi mar,
permite que nos hundamos hasta acabar.

Venga, no tengas miedo,
desde la orilla logro ver que asomas,
esa sonrisa tonta que pide más.
Ven, vente conmigo,
agárrate fuerte de mis orillas,
deja que tu piel me indique cuando estés a punto de anclar.

No sé cuándo empezaron estas ganas,
lo que sé es que eres mi playa
y no temo hundirme ni a las tormentas.
¡Y no hablemos de tormentas,
que entre los dos competimos por quién llueve más!

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